26 Dic Cambio Climático amenaza Patrimonios de la Humanidad (Parte II)
La ola de desastres que trae consigo el cambio climático parece imparable… y sin embargo, sí que se puede hacer algo para mitigar el daño. ¿Qué? Fospuca, empresa privada de aseo urbano dirigida por José Simón Elarba y Henry Camino, te lo responde en esta segunda parte de una serie de entregas relacionadas con este fenómeno ambiental.
El cambio climático es una realidad innegable. Quienes duden de esto solo tienen que ver las terribles alteraciones que nuestro planeta ha venido sufriendo en los últimos tiempos, y las cuales se han manifestado en toda clase de eventos, desde tormentas e inundaciones en lugares donde nunca llueve, hasta largas sequías en territorios otrora húmedos.
También basta con ver cómo, por ejemplo, la subida imparable del nivel de los mares está amenazando las costas y todo lo que allí se encuentra… incluyendo edificaciones y monumentos considerados Patrimonios de la Humanidad. De eso ya hablamos en la pasada entrega de esta saga, y referimos cómo ciudades enteras como Pompeya (Italia) o Haifa (Israel) se encontraban en peligro de desaparecer muy pronto.
Sin embargo, en esta oportunidad queremos es hablar sobre lo que podemos hacer como individuos y comunidades para que esa amenaza latente y constante del cambio climático sea mitigada y, por qué no, revertida. ¿Cuáles son, entonces, esas acciones? ¡Muchas! Hoy enumeraremos cinco que cualquiera puede comenzar a realizar para aportar su granito de arena en pro de la tierra, las cuales fueron expuestas en una reciente investigación del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU:
Hay que usar más el transporte público
Utilizar con mayor frecuencia los sistemas de transporte público a nuestro alcance en lugar de nuestros vehículos particulares permitirá que se reduzcan las emisiones de carbono. A esto último también ayuda, y mucho, el caminar o andar en bicicleta.
Ahorra energía
Parece un lugar común, pero no lo es… ¡Hay que comenzar a ahorrar energía en serio! Pon la ropa húmeda al sol en lugar de utilizar secadoras, y trata de ahorrar al máximo electricidad, por ejemplo, apagando y desenchufando los aparatos eléctricos cuando no estén en uso. Trata también, en la medida de lo posible, de comprar equipos que usen energía de forma eficiente.
Consume menos carne y lácteos
Este consejo puede resultar sorprendente, pero no lo es. Y es que la producción de carne roja (y lácteos) lleva a un número significativamente mayor de emisiones de gases de efecto invernadero que la de pollo, frutas, verduras y cereales, alimentos que, dicho sea de paso, no solo le harían un favor al planeta sino a tu salud.
Reduce y reutiliza… ¡incluso el agua!
El reciclaje es una herramienta muy favorecedora en la lucha contra el cambio climático, sí, pero su sistema de transporte y procesamiento también conlleva la emisión de dióxido de carbono. ¿Qué hacer entonces? ¡Reducir y reutilizar! Si reduces los desechos que tiras, y tratas de reutilizar los materiales que ya usaste, puedes marcar un cambio. Lo mismo ocurre con el agua.
Infórmate, edúcate, y haz que los demás te sigan
Si todos colaboramos, podríamos hacerle frente de verdad al cambio climático. ¿Se puede lograr? ¡Sí! Tenemos que reunirnos con nuestros vecinos para compartir alternativas y educarnos mutuamente en cómo establecer una vida comunitaria sostenible. Debemos crear redes compartidas que puedan ayudar a agrupar recursos, como cortadoras de césped o herramientas de jardín, y lograr así un nivel de vida más ecológico.