21 May COVID-19…¡Una advertencia y una oportunidad que nos da el planeta!
Uno de los pocos aspectos positivos del actual brote del nuevo coronavirus, causante del covid-19, es que el mundo se ha puesto en serio a la tarea de investigar a fondo este tipo de pandemias, redoblando esfuerzos para estudiar posibles escenarios a futuro y evitar otra circunstancia similar.
Fospuca, empresa de aseo urbano social y ecológicamente responsable dirigida por José Simón Elarba, es consciente de este aspecto positivo, y por eso recibe con beneplácito lo dicho esta semana por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el cual anunció que intensificará su trabajo para mapear amenazas zoonóticas y reducir el riesgo de futuras pandemias.
La idea de esta agencia es apoyar a los países a ‘reconstruir mejor’ tras la crisis a través de una ciencia más sólida y con políticas que respalden un planeta más saludable, así como una mayor inversión en la economía verde. Ahora bien, ¿cómo se piensa lograr esto? Pues, según el programa, abarcando cuatro áreas básicas:
- Ayudar a las naciones a gestionar los desechos del COVID-19.
- Ofrecer un cambio transformador para la naturaleza y las personas.
- Trabajar para garantizar que los paquetes de recuperación económica inviertan en la respuesta a futuras crisis.
- Modernizar la gobernanza ambiental global.
Inger Andersen, directora ejecutiva de la iniciativa, ha dicho vía comunicado que el COVID-19 es una fuerte advertencia del planeta, planteando que la humanidad tiene que reinventar su relación con la naturaleza sí o sí. Esto implicaría construir economías que trabajen junto con la naturaleza para, de esa manera, garantizar la prosperidad de las naciones.
Acciones concretas
En cuanto a qué hacer específicamente para alcanzar la meta, el programa (que trabajará en conjunto con el resto del sistema de las Naciones Unidas) apoyará a las naciones para enfrentar el aumento de los desechos peligrosos, y realizará un plan de respuesta y riesgo zoonótico para mejorar la capacidad de los países de reducir las amenazas a través de enfoques amigables con la naturaleza.
Esto último incluye un nuevo mapa mundial de riesgos potenciales del comercio no regulado de vida silvestre, de la destrucción de hábitats y de la pérdida de biodiversidad.
Aparte, se pretende fomentar mayores oportunidades para invertir en la naturaleza y la sostenibilidad como parte de la respuesta a la crisis del COVID-19, amén de buscar llegar a los actores de la economía para reconstruir, ampliar y acelerar el consumo y la producción sostenibles, crear nuevos empleos verdes, revisar las implicaciones y posibilidades de mover la gobernanza ambiental y el multilateralismo hacia las plataformas virtuales.