26 Ago Contaminación por plástico: una amenaza con solución

El mal uso y tratamiento del plástico ponen en peligro al mundo. Sin embargo, en manos del hombre está la clave para revertir esta situación

Entre los elementos que más contribuyen a la contaminación ambiental hoy día está el plástico, un material que por sí mismo no debería ser tan dañino y que, sin embargo, se está convirtiendo en una amenaza para la naturaleza (y el hombre) debido al pésimo manejo que se le ha dado (sobreproducción/sobreutilización/mal trato de residuos).

Tanto se produce y se consume plástico que la cantidad de él en el mundo se ha vuelto insostenible. De hecho, una tercera parte de los desechos de este material ya han ingresado a la naturaleza como contaminación terrestre, marina o de agua dulce.

Es tal el nivel de contaminación por plástico que los llamados microplásticos ya están afectando hasta lo que ingerimos. ¿Cómo? Ocho millones de toneladas de residuos de este elemento caen a los océanos al año, y son ocho toneladas que no desaparecen, sino que se dividen en partículas más pequeñas que pasan a invadir la comida, el agua, el aire… todo.

Eso significa que los humanos, indirectamente, estamos consumiendo microplásticos a diestra y siniestra. Estudios demuestran que son 21 los gramos mensuales los que ingerimos o, lo que es lo mismo, cerca de 100 mil micropartículas al año. Literalmente nos estamos ahogando en plástico y, consecuentemente, haciéndonos un daño irreparable… ¿irreparable?

Hay solución… ¡y está en nuestras manos!

El plástico es un componente que se fabrica a partir de materiales naturales. Es económico, liviano, útil y fácil de producir. ¿Lo estamos usando/tratando mal? ¡Sí! Sin embargo, no todo está perdido realmente: es posible reducir su impacto en los ecosistemas si se utiliza de manera adecuada.

Como sociedad, debemos tomar acciones concretas para reducir el consumo de plástico. Eso pasa por comprometernos a reutilizar los productos hechos de este material, a usar alternativas a ellos, y, sobre todo, a tratar y/o reciclar.

En este sentido, hay que gestionar muy bien los desechos, aplicando acciones y ajustes estratégicos al sistema de plásticos para detener su vertimiento y acumulación adicional en la naturaleza. Para ello, por cierto, trabajan compañías como Fospuca, empresa de saneamiento y aseo urbano presidida por José Simón Elarba que, desde su humilde posición, trata de poner su granito de arena y llevar consciencia a la ciudadanía.

Si aplicamos estos correctivos pronto, podremos salvar al planeta y a la humanidad… si no, para 2030 se duplicará la cantidad de residuos de plástico en el mundo, y la contaminación por este material sí que será irreversible.